"Él sabía que el mundo real está lleno de magia (aunque algunos se empeñen en hacernos ver todo gris) porque lo fácil es que los mundos mágicos se hagan realidad"
Harun es hijo de un juglar, el gran Rashid Kalifa, quien narra historias maravillosas que todos quieren escuchar pues son el único punto de luz en la muy triste ciudad de K, dónde sus habitantes al olvidado el nombre del lugar en el que viven y las máquinas vomitan tristeza gris. Un día ocurre un suceso que trastoca la vida de Harun y su padre, hasta tal punto que el juglar pierde su don de contar y solo es capaz de articular graznidos. Harun deberá tomar la decisión de encontrar el valle de K para solucionar la causa de la tristeza de su padre. Sin embargo, en su viaje descubre que "todos los mundos que soñamos pueden hacerse realidad". Así descubrirá la otra luna oculta de la tierra, Kahani, el océano de las historias, los geniecillos del agua, los peces multifauces, los autómatas volantes con formas diversas, los ejércitos de páginas.
Salman Rushdie utiliza el lenguaje para caracterizar la forma de hablar de sus personajes y dotarles de personalidad, usa la fuerza del lenguaje y las palabras para construir su historia, pues todos los nombres tienen un sentido etimológico en indostaní. Recursos onomatopéyicos y repetitivos de ciertas frases que hacen sonreír al lector. Un viaje heroico que avisa al lector de los peligros de los enemigos de la palabra, las historias y el lenguaje, como Khattam-Shud (el fin, el hombre sombra y la sombra hombre, el príncipe del silencio, el creador de antihistorias). El lector es transportado a otro mundo que es una réplica del mundo real con tintes maravillosos, es transportado a un mundo en que la sombra ha envenenado el océano y dónde las historias corren el peligro de desvanecerse. Una historia para leer y ser leída que nos hace reflexionar en la importancia de la ficción y de la alegría, una historia para recordar que nunca es demasiado tarde para hacer algo y que "el mayor poder de todos reside en la palabra".
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