sábado, 24 de agosto de 2019

Nosotros. Yevgueni Zamiatin

"Si la muerte contribuye a diluir el cosmos, y si las variables de la ecuación son L=amor y t=tiempo, estando el tiempo ligado a la muerte, entonces: L=f (t) "



Así articula, Yevgueni Zamiatin en la voz narrativa en primera persona de D-503 la gran energía de la lógica y la razón que articula el mundo perfecto del Estado único. En este mundo aséptico, el Bienhechor rige con mano impasible y poderosa de dios futuro, racional y terrible un mundo de "números" que no son hombres, sino seres que se rigen por la lógica. El sistema de poder se apoya en los Protectores y en la Oficina de Operaciones, instrumento de poder ante el que se puede denunciar a los sospechosos que contravienen las normas, algo así como la Inquisición o la habitación 101 que luego utilizaría Orwel. En este mundo no existen personas, sino seres lógicos etiquetados con letras y números, idea que podemos encontrar en El Vivo  de Anna Stabironets. 

Al comienzo de la novela D-503 es el claro ejemplo de partidario y fiel seguidor del Estado único, incluso es el matemático encargado de la creación del Integral, un cohete que permitirá al Bienhechor extender sus ansias de perfección y racionalismo hasta los rincones más insospechados del cosmos. Poco a poco, D-503 nos revela que el amor y los sentimientos, así como la fantasía, no tienen cabida en este mundo perfecto, pues son ajenas a la felicidad y a la lógica. Así, los pocos poetas que existen tienen razón de ser para promover la propaganda, escribir tecnicismos en tratados del Estado único y manifiestos intelectuales. Un mundo que se rige por normas, matrices, o la lex sexualis que regula mediante recibos de color rosado los intercambios sexuales entre números, exentos de cualquier  tipo de sentimiento. "Números" vestidos con uniformes en un tono gris metálico con insignias doradas, edificios de cristal que dejan al descubierto el enorme engrudo del Nosotros, sin individualismos. Unicidad suprema. Todos ellos fusionados en un solo cuerpo de millones de manos, donde el hecho de liberarse de esa organización se considera un delito o una muestra de enfermedad. La maternidad se considera fuera de la ley, pues los hijos son propiedad privada, lo que contraviene el sentido de ser del Estado único tema este que también retomará Anna Stabironets en El Vivo, así como la conexión y el reconocimiento entre lo humano y la naturaleza, presente esta conexión en otras obras como 1984 o Mundo Feliz. 

Casas cristalinas con cortinajes abiertos y casas opacas con ventanas cegadas que son metáforas de lo humano. Zamiatin nos muestra la dualidad de la personalidad, el despertar del otro yo del número D-503, en la originalidad y la destrucción de lo unitario como acto de rebelión por parte de los MEPHI, donde no existe un número finito de intentos por derrocar el imperio de la razón y extender el hálito de la naturaleza pretérita y salvaje destruyendo el Muro Verde. Nos habla del acto disparador que comienza a transformar al constructor del Integral, de lo que le lleva a soñar, a sentir la fantasía no como una mera enfermedad en el ganglio craniano, del miedo, del sincretismo de la realidad y la ficción, de la confusión y del amor, en su significado más pleno, como una revolución de infinitas posibilidades. Si te gustan las distopías no puede faltarte esta piedra angular en tu biblioteca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un cuento perfecto

"Érase una vez una mujer que lo tenía todo y un chico que no tenía nada. Érase una vez una historia de amor entre el éxito y la duda....