The Starless Sea, la obra de Erin Morgenstern traducida al español como Un mar sin estrellas, cuenta con defensores y detractores a partes iguales, pero hay algo claro y evidente: es un puro canto a la narración, al acto de crear o narrar, al acto de escuchar o leer, es una reflexión sobre cómo las historias nos cambian y cómo nosotros a su vez las transformamos. Y todo ello desde una óptica de un mundo que derrama sus fronteras como los relojes de Dali, que tiene una prosa llena de lirismo, ensoñación onírica y simbolismo.
Algunos lectores tachan esta historia de falta de coherencia, de no tener ni principio ni fin, de reinterpretación de Alicia en el País de las Maravillas exenta de encanto que no cuenta con tramas definidas. Pero, la literatura, las historias, la vida no es una sucesión lineal de tramas que transcurren de principio a fin de forma lógica. La literatura es extrañamiento y si no léase Matadero 5 (Slaughterhouse-Five) de Kurt Vonnegat, 19Q4 de Haruki Murakami, La señora Dalloway (Mrs. Dalloway) de Virginia Woolf, La subasta del lote 49 (The Crying of Lot 49) de Thomas Pynchon, Ping de Samuel Beckett o El aleph de Jorge Luis Borges. Claro está que hay referencias a otras obras, y también a la Alicia de Lewis, pero también de cualquier autor que muestra amor por la narración de historias, con ese cuidado entrañable en el arte de contar echando mano de la magia inexplicable y peculiar de las historias que marcan, de esas historias con carácter de cuento o de mito, de leyendas y de orígenes primigenios, de arquetipos, de tiempo, de destino, de sociedades secretas que velan por las historias, por los libros...
Esta historia es como esos cuadros de Escher de escaleras interminables y laberínticas, un juego inextricable lleno de símbolos y sensaciones. Si el lector se acerca a The Starless Sea buscando una trama o dos que discurren de forma lógica, de sucesiones de acciones, este no es su libro. Es un entramado de historias, como una sucesión de cuentos que nada y todo tienen que ver entre sí. Aparentemente, una sociedad secreta se encarga de "esconder" libros con el fin de proteger las historias que encierran, con el fin de preservarlas, pero para ello cierran y destruyen las puertas que conectan el mundo real de ese mundo en el que hay un mar sin estrellas, una biblioteca de libros esculpidos en la piedra, en el aire, en el tiempo, que se comba y deforma. Pero un joven doctorando en videojuegos y teoría literaria descubre de forma fortuita, que es el protagonista de un libro que saca de la biblioteca universitaria. ¿Cómo puede ser que alguien narre experiencias y anécdotas personales de uno mismo? El libro, Sweet Sorrows le obsesiona porque parece no estar catalogado y porque narra una anécdota personal de su infancia. Ezra trata de encontrar algo relacionado con este libro, quiere saber por qué aparece en esa historia, y descubre una foto en la web de una mascarada que se celebra anualmente. En la foto, aparece una mujer con los extraños símbolos iniciáticos que contiene el libro. Armado de valor, decide presentarse en esa mascarada. Digamos que ese es el hilo conductor, o la trama más lógica. Pero esta historia está tejida a base de capas y subcapas, de forma descriptiva la autora nos lleva de la superficie de Manhattan, a una biblioteca que se encuentra situada en la profundidad del mundo o del inconsciente, hasta el insondable vacío de los mundos que fueron. Los tiempos narrativos, los cuentos y las historias de los diferentes personajes, están fragmentados. Si no estáis acostumbrados a ese tipo de narración fragmentada en la que el tiempo se retuerce sobre sí mismo, será difícil que disfrutéis la lectura.
Además de la forma en la que Erin Morgenstern pinta este mundo, ese amor por lo que encierran los libros, lo que más me ha gustado son los símbolos que utiliza y lo sensorial que son sus descripciones. Quiero decir que sus palabras cobran peso por como se funden en nuestros sentidos, ya que hace que los colores, el tacto, las esencias...cobren vida y aporten otra dimensión a ese mundo que no sabemos exactamente qué es. Bibliomancia, fortuna, destino, tiempo, muerte, máscaras, locura, historias, libros, decadencia, cambio, espadas, oro, llaves, puertas, amor sin etiquetas, gatos, conejos, piratas, cambio, mito, un rey búho con cuerpo de hombre, guardianes, acólitos, sacrificios... Eso y mucho más es este libro, que seguramente nos ofrecerá más significados tras cada lectura.
Es un libro interesante que merece la pena, pero no busquéis una historia al uso. Os dejo dos frases de este libro que me han gustado especialmente:
"This is their world, starless and sacred. They think it impervious. Impenetrable and eternal. Yet all things change in time."
"The last whisp of thought wondering how you go to sleep is you're already dreaming."
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